El Servicio de Convivencia de Latina ha tenido la oportunidad de ser parte de dos encuentros muy especiales en las últimas semanas. Continuando con la intervención que se viene realizando con los jóvenes activos del Alto en Puerta del Ángel, y en el marco de alianzas establecidas con recursos como la Oficina de Información Juvenil- zona 3, copartícipe de la mesa comunitaria de Latina, o la Fundación Tomillo, agente social de referencia en la colonia de los Olivos, en relación colaborativa en torno a los jóvenes que frecuentan los diferentes espacios de encuentro facilitados. Asimismo, a demanda de la Orientadora de Salesianos San Miguel Arcángel, el Servicio realizó en primavera dos sesiones de mediación escolar en conflicto con preadolescentes.
Hace dos semanas, en las Colonias de Verano de los Olivos, el Servicio facilitó una sesión en torno a la convivencia intercultural, alrededor de la campaña #DesmontandoTópicos. A través de metodologías lúdicas y participativas, se lanzó una propuesta interactiva para trabajar con los jóvenes de la Colonia en torno a los estereotipos que bloquean procesos de enriquecimiento intercultural. Como las cosas fluyen solas y los grupos van mostrando sus necesidades, la sesión derivó naturalmente en el análisis de un conflicto concreto que se generó y el desarrollo de habilidades en la gestión positiva del mismo.
La semana pasada, el Servicio participó en la sesión formativa “Convivencia y resolución de conflictos” del curso de premonitores de la OIJ3 de Carabanchel-Latina, liderando un espacio de aprendizaje colaborativo, donde los y las jóvenes participantes mantuvieron actividad y compromiso, poniendo mente, cuerpo y ánimo en el aprendizaje vivencial. El Servicio agradece compartir las inquietudes de los jóvenes, asistir a conflictos y participar de las soluciones creativas. Es un lujo estar presente cuando surgen dudas identitarias y nos debatimos entre dos polos, cuando tenemos la ocasión de definir posturas de valor. Desaprender y que quede espacio para la necesaria innovación social, despolarizarnos. Gracias a todos los jóvenes que se han implicado en su desarrollo personal y colectivo durante esta primavera y verano. Refresca zambullirse en estas aguas para acompañar momentos que, de pronto, se miran desde una visión adulta y una visualización adolescente.
Si algo nos enseña el trabajo con jóvenes es que hay que divertirse para transformarlo todo, integralmente, aprender a compartir la alegría, socializar la felicidad porque nos la merecemos, y los jóvenes, más que ningún otro colectivo, nos lo recuerdan cada momento, que sabemos estar plenamente presentes en un objetivo común si mantenemos la voluntad motivada, si nos esforzamos por encontrar unidad dentro del pluralismo y acogemos la diversidad, porque respetarnos es querernos, y hace falta mucha estima popular para ir cambiando las cosas de a poquitos.
A la juventud, que es tierra fértil en la que sembrar, tierra con horizontes. Gracias por poner las manos, la cabeza y el corazón en lo compartido. Seguimos reflexionando y tomándonos en serio las cosas importantes, también los juegos que nos enseñan. Gracias por las sonrisas y también por las confrontaciones y desacuerdos que nos permiten crecer juntas. Que ustedes disfruten la sucesión de aquís y ahoras, muchas gracias por sus valiosas contribuciones. Buena crítica constructiva, dinámicas redondas y feliz verano.