Ayer tuvimos una reunión telemática de la plataforma Amor de Barrio de Alto de San Isidro a través de videoconferencia. Se hace muy raro verse a través de la pantalla cuando tenemos la costumbre de vernos la cara en persona. Esta nueva modalidad de tener que verse es extraña. Pero no nos impidió conversar, reír e intercambiar sensaciones e información sobre el barrio.
Lo cierto es que en la barriada de Alto de San Isidro no se está pasando bien la cuarentena. «El confinamiento está llevando a una situación difícil a muchas familias que dependían de la actividad económica viviendo casi al día. Vivir de la venta ambulante, de la recuperación y venta de chatarra, etc. La capacidad de consumo se va reduciendo, los niños se cansan de comer patatas», nos comentan las compañeras de ASIVECAM, que tienen información de primera mano de las personas que sufren mayor vulnerabilidad social.
Estuvimos dándole vueltas a qué propuestas se pueden hacer para aportar a mejorar las condiciones de vida de la gente en esta situación, dándonos cuenta de lo difícil que puede ser. Pero seguimos en la distancia.